viernes, 29 de abril de 2016

#COLUMNA-OPINIÓN: La tortura creativa





[...]

Me lo pidió un día, y yo no supe negarme. Por aquel entonces, yo me sentía cómo una de esas personas sin rostro, ni alma. Un ente que vagaba por este mundo, por mi ciudad, arrastrando los pies y pisoteando mis ideas. Tenía heridas en mi respiración, canas en mis pensamientos y quemaduras en mi voluntad. Un ser étereo, pero con un lastre de piel putrefacta que me delataba. 

Nunca hacía calor en mis días, pero el frío tampoco era suficiente. 

Al respirar sentía como si el aire se hubiera convertido en cenizas grises que tan solo yo sufría, que tan solo a mí me mataban. Se me olvidaba cómo caminar. Me tropezaba con mi sombra, y con los pedazos de mí misma que se me caían. Recuerdo ese sonido contra los adoquines de la acera. "Clop, clop, clop". Era como una cadena de vergüenza, como quien camina desnudo por una concurrida avenida. Me desintegraba a cada paso, aún a sabiendas de que nunca terminaría de desaparecer. Yo agarraba el vacío, querría expirar, quería expirar. Pero en realidad no.

Tenía tatuada la cobardía en la pupila de mis ojos. Mis axilas sudaban sangre y las raíces de mis pies ardían. La hierba de mi bosque era ahora de color azul, pero un azul oscurecido, que nada tenía que ver con el azul del mar o el azul de cielo.

Tenía cáncer en mi alma. Cáncer en mi alma. Cáncer en mi alma. Mi bosque se había quemado. Yo lo había quemado. Tener que despedirse de tal manera sería lo más duro que podría hacer nunca. Pero eso fue mi maldición, siempre lo fue, desde que su semilla surgió en mi inspiración como un sueño inocente, como el sueño de un niño. Y me abracé con fuerza a él. O a ella. 

Y me dejé poseer, me entregué, como quien se entrega a la fe, a Dios, a sus leyes. 

Como quien entrega su vida a las páginas de una novela. Qué necedad tan efímera.

[...]

jueves, 28 de abril de 2016

#ENTREVISTA: Magdalena Perelló y Andrés Álvarez, autores de "Tras el arco de hiedra"



"En un principio iba a ser tan sólo un relato corto que giraba sobre la imagen de ese arco de hiedra, pero la historia creció sola, como si tuviera voluntad propia."


Hoy el honor en "Las mentiras que escribí" es doble. Y es que recibimos a dos autores por partida doble, Andrés Álvarez y Magda Perelló, autores a cuatro manos de "Tras el arco de hiedra", primera novela autopublicada de ambos.

M.B.Vigo: ¡Muchísimas gracias por aceptar esta entrevista literaria! Sentíos como en casa. Es todo un placer para mí poder contar con vuestra colaboración.

A.A.: Es un placer para nosotros formar parte de tu espacio literario.

M.P.: ¡Muchas gracias a ti, Miriam!

M.B.Vigo: La primera pregunta es inevitable. Si ya resulta complicado escribir una novela en solitario, me imagino que, aunque con cierta ayuda, desarrollar una obra literaria a cuatro manos tiene que ser todo un reto. ¿Cómo ha sido la experiencia?

A.A.: Ha sido una experiencia muy divertida. Y lejos de ser complicada, al ser también nuestra primera novela, hemos elaborado un sistema que ha hecho que escribir a cuatro manos sea sencillo y divertido.

M.P.: La verdad, cuando empezamos a escribir la novela pensé que sería más complicado. Y al final fue más fácil de lo creía en un principio. Una experiencia muy buena.

M.B.Vigo: Lo cierto es que, durante la lectura de "Tras el arco de hiedra", la narrativa es uniforme, no se aprecian cambios de estilo. Todo una labor de trabajo en equipo, sin que eso se note. Me imagino que la relación entre ambos tiene que ser muy buena para solventar ciertas discrepancias literarias que puedan surgir. ¿Es complicada la conciliación de opiniones en este proceso?

M.P.: No fue muy complicada, horas hablando, contando cada uno sus ideas, entre los dos acordamos la historia y poco a poco la novela fue saliendo. Lo escribimos estilo cebolla “por capas”, y la última siempre era del mismo autor, para que tuviera el contenido de los dos, pero un solo estilo.

A.A.: Los dos estuvimos en sintonía con la historia en todo momento, por lo que nos salió de dentro de forma muy natural. Y si, por fortuna tenemos un excelente relación, lo que hace que las cosas sean más fluidas todavía.

M.B.Vigo: Leena, la protagonista, es una niña dulce y tristona que debido a la trágica muerte de su madre, tiene que irse a vivir a la mansión de su tío. Es sobre la que recae el absoluto peso del argumento. ¿Cómo describiríais cada uno de vosotros a esta jovencita y su espíritu intrépido?

M.P.: Yo la describiría, como una niña inteligente, de corazón noble, valiente, que a pesar de la pérdida de su madre sigue adelante. Tiene un espíritu aventurero y le gusta aprender cosas nuevas todos los días.

A.A.: Es una niña que ha tenido que sobreponerse a la desaparición de un padre y a la muerte de una madre, perdiendo todo lo que tenía en el mundo. Pero, aún así, lucha cada día por sobreponerse y seguir viviendo. Eso era lo que más queríamos mostrar en Leena, las ansias de vivir.


"La historia surgió casi por casualidad. En un principio iba a ser tan sólo un relato corto que giraba sobre la imagen de ese arco de hiedra, pero la historia creció sola, como si tuviera voluntad propia."


M.B.Vigo: El tío Eogan es un personaje frío y serio, envuelto por un halo de misterio, que se muestra reticente a la compañía de la pequeña. Por otra parte, está la señora Perkins, una figura casi maternal para Leena. ¿Qué reflejan en realidad ambos personajes? ¿Qué función desempeñan en la obra?

A.A.: Eogan es el que encierra el secreto que anima a Leena a dejar atrás el pasado y seguir viviendo en medio de un mundo que desconoce. Es un personaje que se cierra deliberadamente a todos; tanto él como su hogar es el misterio que Leena necesitaba para seguir llenando su vida. Así, los lectores y lectoras acompañan a Leena en la aventura de descubrir lo que encierra, porque ambos lo desconocen todo sobre él.

M.P.: La señora Perkins refleja la ternura en medio de la seriedad estricta. Aunque al principio puede parecer una mujer muy seria y severa, es una persona buena y cariñosa. En cuanto conoce a Leena coge un fuerte cariño por la niña, como si fuera la hija que nunca pudo tener. Gracias a la señora Perkins, la niña no se siente tan sola en una mansión desconocida hasta ahora para ella.

M.B.Vigo: El misterioso arco de hiedra desencadenará la curiosidad de Leena inevitablemente. Tras él, encontrará un secreto inimaginable. Una premisa fantástica para una novela de estas características. ¿De dónde surgió la idea?

A.A.: La historia surgió casi por casualidad. En un principio iba a ser tan sólo un relato corto que giraba sobre la imagen de ese arco de hiedra, pero la historia creció sola, como si tuviera voluntad propia.

M.P.: A medida que lo escribíamos, se fue haciendo más grande. Cada vez que hablábamos de la historia surgían más detalles e ideas nuevas para la trama, de tal forma que al final se hizo demasiado largo para ser tan solo un relato.

M.B.Vigo: Después de publicar una novela, inevitablemente, la rutina de escritura cambia en mayor o menor medida. ¿Habéis experimentado algún cambio en vuestras costumbres literarias desde que os habéis lanzado al mercado real?

M.P.: Me he dado cuenta que ahora escribo mejor que cuando empecé a escribir hace ya unos años. Esta experiencia me ha servido para madurar literariamente y divertirme escribiendo.

A.A.: Sobre todo, lo que hace haber publicado de forma un poco más profesional es aportar mucha ilusión y un poco de presión. Ilusión porque ver como tus letras llegan a más gente es una sensación maravillosa; presión, porque hay que seguir escribiendo y mejorando.

M.B.Vigo: Detrás de todo escritor, se encuentra una maravillosa biblioteca. ¿Qué libros recomendaríais que os hayan gustado o influenciado de forma especial?

M.P.: Los que me han influenciado de forma especial: El principito, La perla del río rojo, El Quijote, El Hobbit, La ladrona de libros, La mecánica del corazón, cualquiera de Sherlock holmes... Recomendaría los ya mencionados anteriormente, y algunos libros de autores indies como: Muerte sin resurrección, El silbido de la serpiente, El viejo cocinero o Cécile y las estrellas, Clávame las uñas en el corazón, El caparazón de la tortuga… y muchos más, ¡tengo una lista muy amplia de libros!

A.A.: En mi caso, el género que más me ha influenciado es la fantasía, en sus muchas vertientes: Tolkien, Morcock, Weiss y Hickman, Salvatore… y sobre todo la magnífica obra del genial Terry Pratchett. Últimamente he abierto mi abanico de géneros descubriendo obras magníficas, pero son los autores de fantasía quienes más, en mi caso, han influenciado la escritura de «Tras el arco de hiedra».

M.B.Vigo: Y... para finalizar, ¿estáis trabajando en algún proyecto del que podáis contarnos algo?

M.P.: Estamos en proceso de escritura del segundo libro, que es una continuación directa del primero. Y además estamos pensando en un proyecto nuevo, del que ya os iremos contando más cosas.

A.A.: Poco a poco podremos ir hablando de los progresos de nuestros próximos trabajos, de momento aún nos quedan muchas horas delante del papel. Pero poco a poco van tomando forma, así que no tardaremos en dar nuevas noticias sobre ellos...

M.B.Vigo: Muchísimas gracias por vuestro tiempo. Espero que podamos leernos muy pronto. Mucho éxito en vuestro camino de letras.


M.P.: ¡Gracias, Miriam! Ha sido todo un placer. ¡Hasta pronto compañera de letras!



Podéis adquirir "Tras el arco de hiedra" pinchando aquí

martes, 26 de abril de 2016

#LITERATURA: Azul Capitana, el fuego azulado de la locura // *****



La literatura llena de magia la vida cotidiana. Convierte lo normal en extraordinario. Explora los entresijos más oscuros, y maravillosos, del ser humano. O, en este caso, de la mente humana. Una portada, un título o una mirada extraña. No sabría definir qué fue lo que exactamente me llevó a decantarme por "Azul Capitana", de una autora que me resultaba desconocida y de la que carecía de referencias. Pero sucedió, navegando por esa selva infinita que es Amazon, buscando una excusa más para seguir engrosando mi interminable lista de lecturas. Ahí estaba, en preventa, casi con discreción, sin pretensiones. Ahí, entre millones, pero destacando por su misma esencia.

Sí, después de leerla puedo decir que mi instinto insaciable de lectora no me ha engañado. "Azul Capitana" se trata de un libro único, con un trozo enorme de alma, un pedazo infinito de cariño y que irradia calor. Ese calor que tan solo desprenden aquellas obras que han sido escritas desde la sinceridad, desde la necesidad, desde una realidad alternativa. No me encontraba ante otra publicación común, eso lo sabía. Pero no sabía hasta qué punto.

Toma las riendas Alejandra Olivares, la protagonista de esta historia, a las puertas de un centro de Salud Mental de Londres, "El Roble Viejo", portando una pulsera con un nombre y el alma plagada de heridas. Se nos presenta un cuadro familiar desolador: una hija que parece querer auto destruirse y unos padres rendidos ante ella, como si ya no pudiera luchar más. En el interior de Alejandra bullen muchas emociones, tan difíciles de gestionar que lo único que se limita hacer es encerrarse dentro del coche... como si así pudiera eludir al destino, como si se pudiera evitar el destino.

Su existencia en el centro va creciendo a pequeños pasos. Vamos conociéndola, viajamos de su mano. Problemas para comer, cortes en su cuerpo, irascibilidad, incomprensión... ¿Locura? Una mezcla de enfado y compasión nos hace apiadarnos de ella y no querer abandonarla. Hay algo en su comportamiento, en su carácter, que nos hiere y nos molesta. Porque todo es tan complicado para ella, pero parece tan sencillo desde la cómoda perspectiva del lector. "¡Come! ¡Come! ¡Come!". Pero el acto de ingerir un alimento es algo titánico, imposible para ella, desalentador. No se trata de comer, se trata de mucho más.

Así navega ella entre esos pasillos, en sesiones de terapia que parecen inútiles y entre otros compañeros de viaje con los que se topa en ese camino. Una anciana obsesionada con la pintura, una extraña compañera de habitación (o celda) de la que no termina de fiarse, las gemelas o amantes que son casi idénticas, un filósofo acabado, un muchacho con cicatrices en el rostro y en el alma... Un grupo de desconocidos, de locos, de inválidos mentales, que se convierten en la familia de una Alejandra cada vez más agrietada y más perdida, pero más cerca de sí misma.

María Fornet, psicóloga, ahonda en el trastorno, en la enfermedad, en el problema de conducta que arrastra una joven de veintiséis años. La anorexia es una gran desconocida, llena de mitos, de mentiras y de falsedades. Escapa, en ocasiones, a nuestra razón, cómo es posible que alguien, simplemente se encuentre en una permanente huelga de hambre, aun haciendo peligrar su integridad, su vida.

Además, la capacidad narrativa es impecable. Las letras son tibias, manejadas con cariño y habilidad, con una gran calidad literaria, a veces tan olvidada. La autora presenta una sensibilidad innata, un alma visible en las letras. Presenta una historia diferente, dura, atrevida. Una de las mejores novelas independientes que, puedo asegurar, leeré en mucho tiempo. Uno de estos libros inolvidables, que te encuentras al hacer, y se labran en tu corazón sin remedio. Para siempre.

lunes, 25 de abril de 2016

#ENTREVISTA: Carmen Sereno, creadora de "Lo Claro Rompe"




"Los ciudadanos estamos tan “infoxificados” -este término me encanta-, que nos hemos convertido en meros lectores y replicadores de titulares."

Mujer, periodista, irreverente y rompedora. Tiene una sudadera de Totoro, unas gafas de pasta y una mirada enigmática. Ha conquistado a un buen número de fieles seguidores en su portal de crítica social y política "Lo Claro Rompe". Fresca y diferente, hoy nos visita en "Las mentiras que escribí" Carmen Sereno.


M.B.Vigo: Bienvenida, Carmiña. Todo un gusto tenerte en el Blog, ¿Preparada?

C.S.: Intentaré estar a la altura, ya sabes que tú me impones mucho…

M.B.Vigo: Necesitamos una definición, pero prefiero que lo hagas tú misma. ¿Cómo se define Carmen Sereno, la mujer que está detrás de "Lo Claro Rompe"? ¿Quién está detrás de sus atrevidas entradas y su desafiante compromiso socio-político?

C.S.: Uff, definirse a uno es mismo es complicado, casi un reto para mí, pero ya que me lo preguntas, te diré que me considero una persona muy inquieta y curiosa, una auténtica esponja, con un carácter muy fuerte e híperemotivo a la vez, espontánea, apasionada, un tanto irreverente y desvergonzada, y entusiasta del mundo que nos rodea, con el que me siento comprometida y del que a veces reniego. Ah, es que también soy bastante contradictoria.

M.B.Vigo: Hablemos precisamente de ese proyecto, de ese lugar de Internet en el que te despachas a gusto sobre lo que te apetece decir, o lo que necesitas decir. ¿Desde cuándo existe? ¿Cómo has conseguido hacerlo florecer?

C.S.: Lo claro rompe es un proyecto que cocinamos entre mi pareja y yo a finales de 2015 y que vio la luz en enero de este año. Teníamos claro que el contenido y la estética del blog debían hacer honor a su nombre, que en el fondo es un claro reflejo de mi personalidad y de mi manera de ver las cosas. En el blog no hay imágenes por una razón: Queríamos que el lector se centrara única y exclusivamente en la palabra, y para eso hacía falta un contenido distinto a lo que estamos acostumbrados a encontrarnos en la red, directo, descarnado, a veces satírico y sin complejos. Algo que conectara rápidamente con el lector. Muchos de mis seguidores me dicen: “Has conseguido ponerle palabras a lo que yo pienso”. Y eso para mí significa que he cumplido el objetivo que me proponía.

M.B.Vigo: Muchos de los lugares de la web donde los autores se explayan, sin tapujos, se escudan bajo un nickname, un seudónimo, protegidos porque el siempre seguro escudo del anonimato. ¿Carmen Sereno es una chica valiente que no tiene nada que esconder? 

C.S.: No sé si soy una chica valiente o qué, pero a mí me gusta explayarme de frente, decir lo que pienso sin miedo a parecer políticamente incorrecta, a generar controversia o a perder seguidores, que ya me ha pasado. Soy lo que escribo en Lo claro rompe y me gusta ser reconocida como tal.

M.B.Vigo: El periodismo ya no es lo que era. Muchos valores se han perdido. Parece que solo interesa el amarillismo, el conseguir vender. ¿Está reñida la veracidad y el impacto con el valor de la información? ¿Crees que pueden confluir la función de informar con la ética periodística?

C.S.: Me gusta que me hagas esta pregunta, porque ahora viene cuando me indigno y me quedo más a gusto que Dios. Mira, el periodismo está viviendo una crisis de valores absoluta. Hay muchos factores que desprestigian cada vez más a la profesión. Internet, a pesar de lo positivo de la democratización de la información y de la pluralidad de ideas, le hace un flaco favor al periodismo tradicional precisamente por su componente de velocidad, que es un doble rasero, porque muchas veces, las informaciones no se contrastan como debieran porque “hay que estar ahí”. Y los ciudadanos estamos tan “infoxificados” -este término me encanta-, que nos hemos convertido en meros lectores y replicadores de titulares. El ritmo vertiginoso del momento que vivimos y el exceso de información nos impiden profundizar, nos obliga a deglutir información sin ni siquiera poder asimilarla. Y los medios lo saben y lo aprovechan para dictar la “agenda-setting”, esto es, los temas de los que ellos quieren que hablemos y cómo nos debemos posicionar al respecto, dependiendo de qué ideología impere. En este sentido, muchos medios abusan del criterio del impacto para conseguir más audiencia o lectores, sin que la veracidad o sea siquiera algo que contemplen como primordial. Los medios mienten descaradamente, por no hablar de cómo escogen lo que es noticia. A mí la crisis interna de cierto partido no me parece tema para las portadas de dos semanas. Ni me explico qué aportan las declaraciones de la señora del quinto diciendo “No, si parecían una pareja muy normal”. El código deontológico de la clase periodística se basa en una premisa muy clara, que es que los hechos son sagrados, y las opiniones libres, pero la profesión debería hacer ya un acto de contrición y reconocer que la línea que separa uno de la otra es cada vez más difusa.

M.B.Vigo: Háblanos de tu forma de trabajar. Carmen Sereno se levanta temprano, se lava la cara, se hace un enorme café y revisa toda la prensa. Estira los dedos, bosteza y se pone a hacer sangrar el teclado de controversia... ¿Algo así?

C.S.: ¡¡Jajajajaa!! Bueno, me levanto temprano, sí, a eso de las 7, pero antes de acicalarme meo, que soy humana, me preparo un saludable desayuno y ese enorme café, que no falte, y mientras me lo tomo, repaso la prensa tradicional -cada vez menos- y la digital -cada vez más-. Todo esto lo hago escuchando mi programa de radio de cabecera, La cafetera, conducido por Fernando Berlín en Radiocable y de vez en cuando tuiteo algo relacionado con lo que se esté comentando en el programa. Luego me calzo la ropa deportiva y me voy a sudar un poco, que no veas lo bien que viene oxigenar el cerebro y la sangre de buena mañana. Y ya sí, después del ritual matinal, me siento ante el teclado y lo que surja. Bueno, no realmente. Llevo una planificación de los temas sobre los que quiero escribir, pero como comprenderás, cuando aparece algo sobre lo que “necesito” escribir, aparco el cajón de sastre y me pongo en modo agenda-setting. Deformación profesional, supongo.


"Maldito síndrome de Estocolmo es una historia sobre el amor y los prejuicios, sobre las primeras decepciones de juventud, sobre los miedos que nos atenazan y nos obligan a fingir ser lo que no somos."


M.B.Vigo: Has empezado a realizar "Podcast" sobre algunas de las entradas de tu Blog. Además de leerte, podemos disfrutar de tu voz. Por cierto, para informarte, ¿televisión, prensa o radio?

C.S.: Televisión jamás. La tele es sólo puro entretenimiento e información demasiado procesada. De la radio me quedo con las tertulias porque cuando te encuentras a algún periodista valiente y culto, un perro de presa de los poderes fácticos y no un adulador al servicio del grupo editorial de turno o gran corporación al que pertenezca su medio, se aprende muchísimo. Eso sí, la figura de contertulio se ha desacreditado a sí misma hasta el punto de haberse convertido -y hablo en general- en la de un espécimen que padece de verborrea crónica, de estos que abundan ahora por doquier, que parecen saber de todo, que encima son maleducados e irrespetuosos, porque eso genera polémica, y la polémica vende, y para colmo nada objetivos; pero los hemos encumbrado porque hablan por la radio o salen por la tele. La prensa digital me gusta cada vez más y es lo que acostumbro a utilizar para informarme. De las noticias suelo leerme sólo lo principal y sólo las que me interesan; en cambio me considero una devoradora de las columnas de opinión, las entrevistas a personajes de interés, sean célebres o no, y de los reportajes sobre grandes temas olvidados.

M.B.Vigo: Hagamos un hueco para la literatura, que es lo que nos trae aquí. Te defines como escritora en "Fase Beta". ¿Quién es la escritora que se esconde tras ese carisma tan particular? ¿Puedes contarnos alguna cosita sobre ese proyecto que te traes entre manos?

C.S.: Puedo y con mucho gusto lo haré, mi querida Miriam. Me defino como escritora en fase beta porque todavía no he publicado nada, no porque no me considere escritora; yo soy escritora desde que mis dedos se convirtieron en esclavos de mis pensamientos siendo yo muy niña. Llevo aproximadamente un año y medio escribiendo mi primera novela, Maldito síndrome de Estocolmo, que espero -por mi salud emocional y la de mi pareja -acabar y publicar en los próximos meses, antes de que termine 2016.

M.B.Vigo: No nos extrañaría que en tu próxima obra literaria encontrásemos un fuerte contenido de crítica social... ¿no? ¡Incluso sería decepcionante lo contrario!


C.S.: Me alegro mucho de que lo veas así, porque en efecto, es como será. Maldito síndrome de Estocolmo es una historia sobre el amor y los prejuicios, sobre las primeras decepciones de juventud, sobre los miedos que nos atenazan y nos obligan a fingir ser lo que no somos. Pero también es una historia muy actual sobre la precariedad laboral, sobre las exigentes rutinas del trabajo en una oficina y cómo éstas son capaces de alienarnos, sobre el elitismo y el nepotismo que se respira en las grandes corporaciones, y en particular en las compañías farmacéuticas -que es donde se desarrolla la acción de la historia-, que además carecen de completamente de ética, como la mayoría de empresas de gran envergadura.   

M.B.Vigo: En los últimos meses, me imagino, te habrás movido en los caóticos círculos de la literatura independiente. ¿Qué aire se respira? ¿Qué has encontrado en esta nueva vertiente literaria?

C.S.: ¡Te he encontrado a ti y eso es muchísimo más de lo que esperaba! Pero requiebros aparte, he visto mucho talento escondido. Personas que sienten y sangran cada palabra que escriben, con historias verdaderamente emotivas, bien construidas, de narrativa muy bella. De esas que si no te lo cuentan, pensarías que han sido escritas por un autor consolidado. Y eso me ha provocado una explosión de placer y esperanza inmensa. Pero no te voy a engañar. El hándicap de la autoedición es que no hay una criba cualitativa. Hay muchísimas obras de poca calidad firmadas por personas que se dicen escritores, pero desde mi humilde punto de vista, escribir no necesariamente implica ser escritor. Y eso deshonra a tantos y tantas que sí tienen talento que me cabrea bastante, sinceramente.

M.B.Vigo: Pregunta de cierre: para escribir es imprescindible ser un buen lector. ¿Qué libros preciados encontramos en la estantería de Carmen Sereno?

C.S.: Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé; Nada, de Carmen Laforet; La busca de Pío Baroja; Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique; Artículos de Mariano José de Larra; Sonetos, de William Shakespeare; Libertad, de Johnathan Franzen; El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, After Dark, de Haruki Murakami; Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez; El camino, de Miguel Delibes; El viejo y el mar, de Ernst Hemingway; Intimidad, de Hanif Kureishi; La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza;  La delicadeza, de David Foenkinos; Shanghai Baby, de Wei Hui; Estupor y temblores, de Amélie Nothomb; 99 francs, de Frédéric Beigbeder; Como agua para chocolate, de Laura Esquivel; El animal moribundo, de Philiph Roth; Cumbres borrascosas, de Charlotte Brontë; Orgullo y prejucio, de Jane Austen; Ébano, de Ryszard Kapuściński; Zen, de Ray Bradbury; La trilogía de Nueva York, de Paul Auster; El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankel.
Por supuesto, en mi estantería hay cientos de libros más, pero todos estos, de alguna manera u otra marcaron un antes y un después en mi vida.


M.B.Vigo: Muchas gracias por tu tiempo, Carmen... Espero que podamos tener muy pronto nuevas noticias sobre tu proyecto literario. ¡Mucha suerte!



miércoles, 20 de abril de 2016

#ENTREVISTA: Joana Arteaga, autora de "El mundo, contigo"



"Al sentarme a escribir, un día, necesité sacar una historia diferente, una historia con un mensaje positivo, luminosa, con final feliz. Y juro que era la primera vez que me pasaba en mi vida. Tiré del hilo y no puedo estar más contenta con el resultado."


Escritora, correctora, lectora y madre. Joana Arteaga es un ejemplo de constancia y trabajo duro. Hace poco más de un año publicó su primera novela "Clávame las uñas en el corazón" y, desde entonces, está imparable. Su última novela "El mundo, contigo", en la que se estrena en el estilo chick lit, está endulzando las lecturas de cientos de lectoras.

M.B.Vigo: Bienvenida, mi querida amiga Joana. Es un gusto tenerte de vuelta en "Las mentiras que escribí".

J.A.: Ya sabes que el placer es mío, que me encanta charlar contigo de literatura y más si es en un marco como este blog de literatura que adoro.

M.B.Vigo: La primera pregunta tiene que ser esta: ¿Cómo una autora de novela intimista como "Clávame las uñas..." cambia totalmente de registro para entregarse a la novela romántica? ¿Es algo que tenías en mente? 

J.A.: ¡No! Para nada, de verdad jejeje. Siempre he escrito cosas oscuras, intimistas, de sentimientos (tristes casi siempre). Mi literatura siempre ha sido un reflejo de cómo me sentía por dentro, una herramienta al servicio de mis propias emociones, supongo. Pero el año pasado, de pronto, al mirarme dentro, me di cuenta de que algo había empezado a brillar, una lucecita pequeña que quería hacerse un hueco. No sé si se debe al hecho de la presencia de mi pequeña en mi vida o que ya iba siendo hora de ver las cosas desde otro prisma… el caso es que, al sentarme a escribir, un día, necesité sacar una historia diferente, una historia con un mensaje positivo, luminosa, con final feliz. Y juro que era la primera vez que me pasaba en mi vida. Tiré del hilo y no puedo estar más contenta con el resultado.

M.B.Vigo: Es cierto que, tal vez, el género intimista es uno de los más complicados de comercializar. ¿Has encontrado más gratificaciones en el público de lectores de novela rosa? ¿Es más sencillo abrirse camino "El mundo, contigo" y su tono desenfadado?

J.A.: Infinitamente. Es un género con mucho público y un público, además, muy agradecido que, enseguida, recomienda y hace que llegues a más gente. ‘Clávame las uñas…’ es, quizá, mejor historia, pero desde luego no he sido capaz de llegar a un 20% del público que he logrado con ‘El mundo, contigo’.

M.B.Vigo: Has demostrado que la calidad literaria no está reñida con la literatura más enfocada a la venta comercial y de lectura ligera. Aun así, hay muchos autores y autoras que parecen no tener en cuenta este punto, pero siguen encabezando los TOP de ventas. ¿Se ha perdido la esencia literaria? 

J.A.: Creo que hay distintos tipos de lectores. A algunos, mientras les presentes una historia que les haga soñar, independientemente de la calidad literaria en la que venga envuelta, lo dan por válido. Y ese tipo de público abunda más en la romántica, pero también esto es porque es una literatura con mucho público, así que es más bien cosa de una regla aritmética simple: a más lectores de un género, más tipos de lectores. Lo malo es cuando eso se generaliza y se deja de lado la calidad en busca solamente de un rendimiento económico… y eso no me parece bien. Las obras, independientemente de la historia que cuentes, deberían cumplir unos mínimos, que es un ejercicio de responsabilidad que los autores les debemos a nuestros lectores.


"Martina tiene mucho de mí. Yo no soy tan decidida, valiente ni tengo su experiencia, pero sí compartimos valores de vida y eso me ha hecho sentirme muy cómoda con ella."


M.B.Vigo: "El mundo, contigo" es una novela dulce y cercana, que se desarrolla en Nueva York. ¿Es obligatorio viajar al otro lado del charco para que sucedan historias como la de Martina? 

J.A.: ¡NO! Claro que no… yo he ambientado en Nueva York porque es una ciudad que me inspira mucho. La conozco un poco y me gusta que la historia se desarrolle allí también para que quien la lea viaje un poquito a mi ciudad favorita del mundo mundial. Pero, como ves, Martina podría haber vivido esta historia en París, Madrid, Tokio o Singapur… el escenario, al final, no importa tanto como el mensaje, creo yo. Eso sí, a mí me gusta que quien lea, se sitúe perfectamente, por eso me gusta describir los lugares para que se pueda viajar con la mente. Son lugares que conozco y por eso me atrevo a usarlos.

M.B.Vigo: Martina, carismática, enérgica y tierna. Una protagonista que, desde el primer momento, encaja hasta con el lector más reacio. Denota mucha química tu unión con esta muchacha con el corazón divido. ¿Cómo fue el proceso de darle vida? 

J.A.: Martina tiene mucho de mí. Yo no soy tan decidida, valiente ni tengo su experiencia, pero sí compartimos valores de vida y eso me ha hecho sentirme muy cómoda con ella. Sacarla a la luz fue un proceso extremadamente fácil que me resultó, además, muy satisfactorio.

M.B.Vigo: Hay dos figuras masculinas que se presentan en su vida, casi al mismo tiempo, abriendo dos frentes de diferente resolución. Por un lado tenemos a Saul J. Coleman; y por otro, a Marie. ¿Qué nos puedes contar de estos dos galanes?

J.A.: No puedo contar mucho sin desvelar el gran misterio de la novela. Solo diré que uno de ellos, el elegido, estaba en mi mente desde el principio, y que el segundo, que iba a ser un secundario más, poco a poco fue comiendo tanto terreno, que mucha gente me escribe para decirme que le hubiera gustado que fuera él quien se llevara a la chica. Los dos me gustan mucho… quería que, de haber dos hombres en la vida de una mujer, ella lo tuviera realmente difícil. Me explico: en muchas novelas, cuando se presenta este dilema, uno de los dos pretendientes acaba fallando y la elección no admite ninguna discusión. En mi caso quería que ambos fueran tan buenas opciones, que, al elegir Martina, te quedaras contenta y triste a la vez. Con su elección final estoy muy contenta porque, si lees entre líneas, es su verdadera alma gemela y eso se ve desde el principio.

M.B.Vigo: ¡Ay! Pregunta trampa, pero seguro que la propia autora prefiere a uno de los dos... ¿Te atreves a decirnos a cuál?

J.A.: Sin duda, Marie. Es demasiado especial. Un personaje que ha crecido mucho en mi mente a como lo dibujé al pensarlo la primera vez. Me encanta su personalidad, su jovialidad y que tengan debilidades y no sea perfecto… esto último es, quizá, lo que más me hace amarle como lo hago.

M.B.Vigo: En cuanto a la faceta más literaria... Como escritora, ¿en cuál de los dos géneros te has sentido más cómoda? ¿Cuál de ambas novelas te ha producido más satisfacción puramente personal?

J.A.: No puedo hacer distinciones. Me he sentido comodísima al escribir esta historia. Igual que con las de corte más intimista… escribir es escribir, al fin y al cabo, y si crees en tu historia, es algo maravilloso, escribas del género que escribas.

M.B.Vigo: Por el momento, según podemos ver en tus Redes Sociales, la próxima publicación seguira el hilo de "El mundo, contigo"... ¿Puedes decirnos algo de eso? Y, además, ¿podremos leer, más tarde, alguna novela que retome el espíritu de "Clávame las uñas..."?

J.A.: La siguiente, que está ya a puntito, será ‘Juntos somos Invencibles’, que recupera un poco el espíritu y algunos personajes de ‘El mundo, contigo’, será también romántica. Después estoy preparando una tercera y última novela, relacionada con este mundo creado en Nueva York en torno al apartamento en el que vivió Martina, que pondrá fin a la serie. Y luego… sí, mi idea es recuperar un par de novelas que tengo empezadas más íntimas y a las que no quiero enterrar. Así que, bueno, proyectos hay, a ver cómo sale la cosa.

M.B.Vigo: Y, para finalizar, ¿cómo ha cambiado tu rutina en este último año? Tres trabajos publicados, otro en camino. Y, además, corregir obras... ¿Es diferente la Joana de ahora que la que escribía a solas sin más compromisos?

J.A.: Desde luego… pero creo que he cambiado para bien. Ahora que las obras están expuestas he ganado en amistades, experiencias, críticas… de todo se aprende, y a ser escritora se aprende escribiendo, pero también publicando y aceptando todo lo que derive de ello, lo bueno y lo malo. Siempre.

M.B.Vigo: Muchísimas gracias por tu tiempo y por tu sinceridad. Siempre es un placer tenerte de vuelta por el Blog. Mucho éxito en tu camino literario.


J.A.: A ti, por todo, por la oportunidad, las palabras, el apoyo y la amistad incondicional.




domingo, 17 de abril de 2016

#LITERATURA: El tatuaje del faro, la oscuridad del pasado // ****


Hacía tiempo que conocía de la existencia de "El tatuaje del faro", de María Laso. Por pura inercia, es una obra que llama la atención, que resulta atractiva. La portada es hermosa, con una mezcla de elegante atrevimiento. También es misteriosa, y mucho más lo es al leer una sinopsis que no deja entrever demasiados detalles de la trama. No me cabía ninguna duda de que en este libro encontraría, tan siquiera, una mínima parte de lo que necesito de la literatura.

No es una novela corriente la creación literaria de María Laso, eso ya lo sabemos. La cuestión es determinar aquello que marca la diferencia, cómo lo hace y los motivos que la impulsan a ello. Su historia o, mejor dicho, sus historias, encierran una personalidad plagada de impresiones, algunas muy oscuras, otras tan triviales como una comida en familia. Digamos que parece bailar entre dos polos, dos mundos, tan diferenciados entre sí, tan desfragmentados que casi parecen escritos por diferentes personas.

Una de las partes del hilo argumental se desarrolla en cursiva. Retoma detalles y vivencias del pasado de una joven, Patricia, cuyas heridas en el alma decora con tatuajes en su piel. Una prosa sorprendente, con toques poéticos, nos acerca la vida de una muchacha torturada por una vida esperéntica, una existencia que parece haberse cebado con su tragedia desde su corta edad, y deriva en un carácter inestable, una manera de vivir intensa, que parece arrastrarla, sin remedio, a sufrir golpe tras golpe. Es un personaje realmente espectacular, con la fortaleza indiscutible pero también con una fragilidad abrumadora. Como una antítesis de sí misma, como dos cara de la misma moneda. Psicológicamente compleja, turbia, aterradora y tierna. 

Por otro lado, digamos, se enfoca la parte troncal de la novela. Una narración totalmente diferente a la anterior, en primera persona, tal vez más autobiográfico, sobre una madre de familia que narra su trivial vida en El Rompido: habla de cocina, de películas, de conversaciones con sus vecinas, de su marido... Lo que podríamos definir como una literatura que se acerca a los costumbrista (al menos en parte), hasta que empieza a romperse ese equilibro cuando alcanza a oír una conversación íntima entre dos mujeres que hace saltar todas las alarmas.

Mientras que la parte más oscura, la de Patricia, está plagada de recursos literarios, metáforas, monólogos interiores y una explotación absoluta del pensamiento del personaje, el enfoque de la línea principal es totalmente diferente. Utiliza un lenguaje despreocupado, casi con roces cómicos, acercándonos problemas cotidianos que casi nos resultan anodinos. Esta mezcla llegó a descolocarme en las primeras páginas pero, a medida que avanzaba la lectura, fue adquiriendo una forma que empezó a gustarme. De una forma o de otra se solapan, nos corta la respiración, pero nos deja observar la costa de El Rompido y su infinita belleza.

Mención principal a la ambigüedad sexual de Patricia, algo que es importante en el desarrollo de la historia. Sin embargo, eso es tratado con una naturalidad que aplaudo. Nuestra joven protagonista es una bomba explosiva, y la carrera de intensos amores que arrastra tras de sí, así lo demuestra.  

Es una novela de lectura media, pues no se tratan de unas letras ligeras, pero tampoco de algo denso y soporífero. Además, atrapa sin lugar a dudas. Y, sobre todo, tiene una calidad a destacar que a veces es complicado de encontrar. 



miércoles, 13 de abril de 2016

#ENTREVISTA: A.M.Irún, autora de "Nico, por favor"



" En el mejor de los casos, ladean la cabeza y dicen “qué monas” porque se piensan que las lesbianas nos dedicamos a darnos piquitos y a abrazarnos fuerte. Por eso era importante para mí que en “Nico, por favor” hubiera sexo explícito."


Su rostro es una incógnita, así como su nombre completo. Pero A.M.Irún, autora de "Nico, por favor" no necesita mostrarse. Tiene su literatura, fresca, urbana e impactante como pocas. Ha venido para romper y para marcar tendencia... Y, conmigo, lo ha conseguido.

M.B.Vigo: Bienvenida a "Las mentiras que escribí". Es para mi un verdadero gusto poder entrevistarte después de haber disfrutado tanto de "Nico, por favor".

A.M.I.: El placer es mío. Me alegro de que disfrutaras con la historia de Nico. Me encantó la reseña que escribiste y me consta que esta va a ser una entrevista muy interesante.

M.B.Vigo: Tengo que preguntártelo, aunque se sale de lo literario en cierto modo. ¿Por qué utilizar un seudónimo? ¿Para poder ser libremente tú?

A.M.I.: Así es. El pseudónimo es como mi capa de superheroína. No es que sea una persona diferente, pero me da superpoderes para ponerme delante de una hoja en blanco y dar rienda suelta a mi imaginación con historias chica-chica.

M.B.Vigo: "Nico, por favor" es una novela sin tapujos, fresca, desenfadada, realista y urbana. Nicolasa tiene una esencia radiante que, por lo menos a mí, me engatusó desde el primer momento. ¿Qué se esconde detrás de esta jovencita? ¿Cómo nace este personaje?

A.M.I.: La historia parte de un hecho autobiográfico. Yo, como Nico, descubrí una parte importante de mí gracias al encuentro con una chica en el metro. El paralelismo acaba en el capítulo tercero. Yo seguí con mi vida (me trasladé de Madrid a Zaragoza y aquí conocí a mi novia, lo cual no hubiera sido posible sin aquella chica del metro), pero siempre me quedó esa espinita clavada de qué hubiera pasado si hubiese permanecido en Madrid. Nico es un ejercicio de imaginación y el personaje tiene mucho de mí. Como soy una chica bastante normal, Nico también lo es. Sus miedos, sus angustias y sus dudas son las que tiene cualquier chica en su misma situación. Por eso ha gustado tanto. Las lectoras se han sentido tremendamente identificadas. Es el resultado de construir un personaje tan sincero.

M.B.Vigo: El amor llega a la vida de Nico (mejor, Nico, ¿no?) con el nombre de Mamen. Mamen es un personaje vital en la trama, muy atractiva también. Encantadora, dinámica, valiente. Mamen se convierte en un todo para, Nico, ¿qué significa esa relación con Mamen tan intensa y repentina?

A.M.I.: Mamen es lo que en términos literarios llaman el encuentro con el mentor. En este caso es mentora. Nico se enamora perdidamente de Mamen porque le permite por primera vez ser quién es, explorarse a sí misma. Esa libertad es nueva para Nico y, desde luego, muy excitante. ¿Quién no se enamoraría de la persona que te permite ser 100% tú misma?

M.B.Vigo: Y Rául, ese mejor amigo que todos quisiéramos tener, ¿no es cierto?


A.M.I.: Sí, y está basado en un amigo real que me ayudó muchísimo. También sirve para romper con ese tópico de que las lesbianas y los gays no se llevan bien. Aunque ese tópico da para otra novela...


"Gran parte  de los relatos chica-chica acaban en tragedia. Suele decirse que es una manera de castigar al lesbianismo y que las mujeres piensen que es algo malo. Quería romper con eso."


M.B.Vigo: En la sinopsis de la novela, la defines, entre otras cosas como "una novela lésbica en la que nadie muere". No falta ironía, ni sobra razón en ella. ¿Es "Nico, por favor" una obra con afán de romper el bollo-drama de una vez?

A.M.I.: Siempre ha existido esa queja entre las lesbianas. Gran parte  de los relatos chica-chica acaban en tragedia. Suele decirse que es una manera de castigar al lesbianismo y que las mujeres piensen que es algo malo. Quería romper con eso. Y he recibido muchísimas muestras de gratitud por ello. Tampoco es una novela oscura. Es luminosa, fresca, divertida y desenfadada. Es pura chick-lit lésbica.

M.B.Vigo: Y ya que enfocamos el tema, ¿crees, entonces que la homosexualidad es algo aceptado e integrado en la sociedad?

A.M.I.: Escribo bajo pseudónimo, no te digo más. La homosexualidad femenina tiene doble invisibilidad, la gay y la femenina. Se mira con mucho recelo por puro desconocimiento. Mira cómo es tratada la relación entre Inma Cuesta y Vanessa Martín. La sociedad no concibe que puedan ser pareja y las tratan como si sólo fueran buenas amigas. En el mejor de los casos, ladean la cabeza y dicen “qué monas” porque se piensan que las lesbianas nos dedicamos a darnos piquitos y a abrazarnos fuerte. Por eso era importante para mí que en “Nico, por favor” hubiera sexo explícito.

M.B.Vigo: Háblanos un poco de ti, sin necesidad de que nos enseñes en DNI. ¿Quién es A. M. Irún?

A.M.I.: Soy de Zaragoza, pero a los 18 años me mudé a Madrid para estudiar Periodismo donde me licencié cum laude en Cafetería y Césped. Mi manera de escribir refleja bastante bien cómo soy. Divertida y desenfadada pero no por ello superficial. Mi mente da saltos de un tema a otro de una manera bastante loca. Es algo que suele molar a la gente, pero a mí me da bastantes quebraderos de cabeza cuando trato de trasladar todo eso al papel.

M.B.Vigo: Detrás de todo escritor, hay una colección íntima de libros. ¿Qué novelas guardas en tu estantería con más cariño?

A.M.I.: Mis padres eran del Círculo de Lectores así que en mi casa hay bastantes libros y muy variados. También me gusta mucho ir a la cuesta de Moyano y encontrar alguna joya manoseada. Me gustan las historias que tensan la cuerda de lo real. La conjura de los necios, Cien años de soledad o La maravillosa vida breve de Oscar Wao son algunos de mis libros favoritos. También guardo con cariño ediciones en diferentes idiomas de El Principito que voy comprando cuando viajo o que me regalan. También me gusta la ciencia ficción y no descarto escribir algo de este género en el futuro. Con chicas, por supuesto.

M.B.Vigo: ¿Ha cambiado tu rutina desde que eres una escritora publicada?

A.M.I.: Sí, ahora en casa, si me ven con el ordenador, me dejan tranquila porque saben que estoy “creando” (aunque la mayoría de las veces esté procrastinando).

M.B.Vigo: Y, por último, con mucha impaciencia, ¿estás trabajando en algo de lo que pronto podremos saber algo?

A.M.I.: Estoy con la historia de la chica del metro y espero tenerla pronto. Se titulará “El sentido de la vida de Carla Pi” y, como en “Nico, por favor”, también incluirá un relato inédito. Me he propuesto tenerla acabada para marzo. Luego vendrá el proceso de maquetación y diseño de portada, que espero que sea más ágil ahora que vengo con la lección aprendida de mi primera novela.

M.B.Vigo: Muchísimas gracias por tu tiempo y por tus respuestas. ¡Te deseo la mejor de las suertes en este camino literario!


A.M.I.: Gracias a ti por tus palabras y por cederme un poco de espacio en tu blog.

martes, 12 de abril de 2016

#LITERATURA: Juntos somos invencibles, pedacitos de esperanza con musicalidad // ****


Abandonando el género intimista de manera radical, Joana Arteaga publicó en octubre del 2015, su primera novela romántica de estilo chick lit, "El mundo, contigo". Dicha osadía literaria, en la que arriesgó todo a una carta, no pudo haberle resultado mejor a esta autora independiente del País Vasco. Ahora, en las letras que ocupan esta entrada, me dispongo a reseñar la segunda entrega "Juntos somos invencibles", obra que bebe del mismo estilo que la anterior, pero cuyos personajes se renuevan y que, por cierto, se puede leer de manera independiente.

Y ha vuelto a arriesgar Joana, desde luego que sí. Abandonado la fórmula fácil de volver a publicar más de lo mismo (algo que parece estar a la orden del día en el mundo de la auto publicación), la historia que encierra "Juntos somos invencibles" mantiene el espíritu vivaz de la novela romántica, pero se enriquece también del género más íntimo, con importantes toques dramáticos. Se despoja con más firmeza de los exasperantes tópicos y de la frivolidad. Parece ser que la autora ha tomado confianza, desde luego, mostrando una personalidad literaria más personal y propia.

La historia se centra en Miriam, una joven impulsiva y un tanto histérica, que acaba de salir de un concierto de Muse. Abandonada a su suerte por su prima, se enfrenta a la difícil tarea de encontrar un taxi libre que la devuelva a casa. Y quiere el destino que se suba al vehículo de Patrick, un irlandés que disfruta de su descanso, con un carácter tosco y poco amigable. En este preciso instante, con esa esperpéntica situación, comienza una trama de amor, drama, dificultades, realidad y música que engatusará al lector en una espiral conflictiva, pero cargada de esperanza a cada momento.

El ritmo de la novela es medio. Joana Arteaga se detiene en describir la vida rutinaria de Miriam, momentos como tomarse un café en su casa y estar a solas con sus pensamientos, o los entresijos de su día a día laboral. Pero lo más característico son las visitas familiares los fines de semana, que la escritora desarrolla con una mezcla de humor e incomodidad, en el que de manera sencilla, cualquiera de nosotros puede sentirse identificado.

Mención especial a Patrick. Es un personaje con el que he conectado en seguida. Su carácter apagado y disperso, la ausencia de brillo en su mirada y el drama que arrastra a sus espaldas resulta muy atractivo a nivel psicológico.  Resulta curioso que se trata de casi la completa antítesis de Miriam, una persona enérgica y bastante inconformista, por cierto. Esta confrontación dará lugar a múltiples situaciones enriquecidas y a deliciosos diálogos que, tal vez, aporten un poco de luz a la personalidad ensombrecida del irlandés.

Joana Arteaga ha abierto una nueva manera de crear historias románticas de calidad. Superando a su predecesora, "Juntos somos invencibles" es una novela especial, dulce y humana, con pinceladas de humor y de drama, que se consolidan en una obra literaria con musicalidad.


lunes, 11 de abril de 2016

#LITERATURA: Las horas, los libros de Virginia Woolf // *****


Poco conocida es la novela de "Las horas" de Michael Cunningham, premiada con el Premio Pulitzer en el año 1999; pero casi todo el mundo habrá oído hablar de la película que lleva el mismo título, protagonizada por Nicole Kidman (como Virgnia Woolf), Meryl Streep (como Clarissa Dalloway) y Julianne Moore (como la señora Brown). 

He de reconocer que supe de la existencia de la novela de casualidad, y no tardé ni unos pocos minutos en hacerme con ella. Había creído que "Las horas" era una adaptación de "La señora Dalloway" de Woolf, desconocía la existencia de esta fascinante obra literaria, como pocas he tenido la suerte de leer a lo largo de todos estos años, tantos años. Desde su comienzo, hasta su final, me resultaba hasta doloroso apartar la vista de las letras, tan plagadas de hermosura, sentimientos, con una prosa superior, y un dominio del alma humana increíble.

Tres mujeres, tres tiempos y tres historias. Todas ellas desarrolladas en un único día, de su mañana hasta al caer la noche. Es un homenaje a la mujer: a la mujer que escribía, a la mujer que leía y a la mujer que vivía. Es un recuerdo fulminantemente radiante de Virginia Woolf, un reflejo del proceso creativo que terminó por destruirla, un análisis certero de la terrible enfermedad que sufría. Y es un reflejo moderno de lo que puedo haber sido la señora Dalloway, una mujer que organiza una fiesta, que está plagada de pasado, que sufre el peso tan duro de los recuerdos. Y es la señora Brown, un ama de casa atormentada por el poco dominio de sí misma.

Qué difícil es leerla, y qué difícil es sentirse identificado. Expresa la amargura, el bloqueo que a veces, ese dolor, ese sufrimiento, ése que no se sabe de dónde viene, pero te hunde, y no te permite vivir. La mente de Virginia, Clarrisa y Laura sufre, sufre tanto que resulta imposible ponerse en su piel si se desconoce tal sentimiento. Es un sufrimiento que nace de sus entrañas, de no poder asimilar la vida, o no la vida cómo debe ser considerada. Planea Cunningham un reflejo crudo de la anodina rutina, el silencio del hogar y la inmensidad de estar en soledad por un momento.

¡Qué difícil! ¡Qué difícil se puede antojar comprender la narrativa de "Las horas"! Encontrar la belleza en cómo se friegan los platos, o se van a comprar flores, o se prepara un pastel. Encontrar la razón de ese beso tan robado como prohibido. Encontrar el deseo inherente de libertad de tres mujeres encadenadas a sí mismas.

Creo que cualquier lector, cualquier persona, se deleitará con la lectura de esta obra maestra única, inteligente, cruda y dulce. Una auténtica joya de vida, inolvidable.

viernes, 8 de abril de 2016

#LITERATURA: Nunca dejes de mirarme, cuidado con los pájaros // ****1/2





Carol Munt, una de las autoras indies (y no indies) que más admiro y disfruto leyendo, vuelve a las letras. Y lo hace con fuerza y contundencia, con una historia muy diferente, muy dura y muy especial. "Nunca dejes de mirarme" se trata, en efecto, de una novela que me ha sorprendido absolutamente.

Con habilidad narrativa, destreza, ironía y riqueza, la autora nos acerca a Sara, una adolescente que, debido al trabajo de su madre, se ve obligada a dejar su vida en Madrid y trasladarse a la capital de Galicia durante un tiempo. Con el drama que esto supone para ella, todo parece volverse de una neblina oscura de desencanto. La casa en la que viven, la apremiante soledad y la dificultad para hacer amigos. Sin embargo, y será el encanto de estas tierras gallegas tan mágicas, la nueva realidad de la protagonista se tinta de nuevas oportunidades.Y una de éstas ocasiones se llama Dorian, un enigmático y torturado joven de ojos azules que apenas habla y que despierta en Sara muchas sensaciones contrapuestas difíciles de explicar.

Con la visión despreocupada de una adolescente, Carol Munt explota una nueva dimensión literaria personal. Un lenguaje ágil y desenfadado, pero empapado de riqueza novelística y de diálogos absorbentes, divertidos y demoledores por partes iguales. Una atmósfera extraña y petrificante que, en la calma de la soledad, se esconde la oscuridad más misteriosa, propia de las más terribles pesadillas.

La obra está escrita en capítulos breves, lo que facilita su lectura. No renuncia la autora al estilo más puramente intimista, pero le da un toque de novela más juvenil y urbana, introduciendo el caos de pensamientos de Sara en complejo y duro mundo del instituto. Es curioso cómo Carol Munt integra dentro de esta literatura reflexiva, el nuevo mundo de la "mensajería instantánea". Siempre me ha parecido un reto conseguir hacerlo con la delicadeza requerida, sin que moleste, sin que chirríe.

Es una lectura que he disfrutado especialmente, como una caricia. Es una novela ideal para recuperar el placer de leer, o para sumirse en ella en momentos cortos. Y, por supuesto, es una excusa perfecta para conocer a una escritora excepcional como pocas.

Podéis adquirir "Nunca dejes de mirarme" pinchando aquí

miércoles, 6 de abril de 2016

#ENTREVISTA: Mercedes Sáenz, autora de "Estricnina"



"Escribir "Estricnina" Ha sido un proceso un tanto anárquico, lo reconozco. Pero también una catarsis contra la rutina y el desaliento de la vida cotidiana."


Su primera novela ha sido finalista del XXXIV Premio Internacional de Novela Felipe Trigo, y aclamada por prestigiosos portales literarios como "Libros prohibidos" y por multitud de lectores que han querido dejar su huella en Amazon. Hoy nos visita Mercedes Sánez, autora de "Estricnina".

M.B.Vigo: Bienvenida, Merche. Es todo un placer recibirte en "Las mentiras que escribí", después de haber reseñado tu novela, con tanto entusiasmo. 

M.S.: El Placer es mío, Miriam. Y sobre todo el agradecimiento por el eco que, desinteresadamente, estás dando a mi novela. Viniendo de una acreditada escritora como tú es todo un honor.

M.B.Vigo: Un título con nombre de veneno, difícil de recordar, aunque muy llamativo. Y en la portada, un monaguillo dibujado. Extraña combinación para llamar la atención, pero parece que ha funcionado... ¿Cómo y por qué es lo primero que ve el lector de "Estricnina"?

M.S.: Ambos, título y portada, fueron una apuesta de riesgo. El título, por ser una palabra extraña y difícil de pronunciar pero que, para bien o para mal, no pasa desapercibida. La elección del monaguillo con el cura detrás la tuve clara desde el principio; creo que refleja perfectamente la esencia del libro. Sabía que me arriesgaba a disgustar a dos tipos de público. Por un lado a las personas católicas –incluida mi familia- que podrían tomarlo como una provocación o una crítica mordaz hacia la Iglesia. Por otro, a la gente reacia a la religión, a quienes la imagen del monaguillo les puede resultar antipática y pasada de moda. Seducir a estos dos grupos también fue una de mis metas. Demostrar que a veces las apariencias engañan. Y que vivir con la mente abierta siempre es más enriquecedor que los juicios a primera vista.

M.B.Vigo: Has conseguido posicionarte como una de las autoras mejor valoradas, cuya calidad literaria está siendo anunciada en diferentes blogs y otros espacios literarios. Además de esto, ofreces una novela muy diferente a otras muchas que llenan Amazon. ¿De dónde nace y cómo crece "Estricnina"?

M.S.: Lo cierto es que la gran mayoría de las opiniones son favorables, y tanto lectores particulares como prestigiosos blogs recomiendan mi novela haciendo hincapié en su calidad literaria. Sin embargo todavía queda mucho trabajo por delante para considerarme como dices una “autora mejor valorada”

Estricnina nace como una apuesta personal. Un “¿Seré capaz de construir algo más grande?” tras haber conseguido el reconocimiento en varios certámenes de relatos. El germen, es decir, la idea de esconder la cajita bajo el hueco de la escalera, surge de una anécdota que me sucedió cuando tenía seis años. Aquel día, el sacerdote del barrio me reprendió duramente por aplaudir en la iglesia durante los cantos que preparábamos para la Primera Comunión-por lo visto en aquella época también aplaudir era pecado, je-  y yo misma pensé en esconderme ahí para retrasar la inevitable regañina de mi madre. Escribí esa anécdota como primer paso. Y poco a poco la fui  tergiversando y rebozando con multitud de ideas que fueron surgiendo sobre la marcha. Ha sido un proceso un tanto anárquico, lo reconozco. Pero también una catarsis contra la rutina y el desaliento de la vida cotidiana. Escribía en cualquier lugar. Mientras planchaba o cocinaba. Durante los momentos de tregua en las guardias del hospital. Sin método ni horario. Un caos, vaya. Y sin embargo, ¡no ha salido tan mal!


M.B.Vigo: Siempre es algo de agradecer el que los autores de este país utilicen las posibilidades de la geografía española para ambientar sus obras... Parece que la trama de tu novela así lo necesitaba. Se refleja la España más castiza y más tradicional, incluso más católica. ¿Son importantes las raíces para escribir?

M.S.: Las raíces son importantes siempre, para escribir y para vivir. Con el discurrir de los años voy percibiendo que la infancia me ha marcado más de lo que yo creía. Y que guardo de esa época recuerdos imborrables. Durante las primeras etapas de la vida, al ser nuestras preocupaciones y stress menores, somos esponjas vivientes. Tenemos los poros abiertos. Nos empapamos de todo cuanto sucede a nuestro alrededor –personas, situaciones, lugares- y lo llevamos tatuado en la piel para siempre. Por eso es esencial que nuestra actitud de adultos sea un referente. Tomar conciencia de que los niños que pululan a nuestro alrededor se están empapando de lo bueno y malo que sepamos ofrecerles.  



"Para comprender la vida y sus avatares prefiero leer a las personas y sus circunstancias.  A los lugares y sus paisajes. A los momentos y su magia. Aunque no sea políticamente correcto decirlo aquí, no todo se aprende en los libros."


M.B.Vigo: Tu novela está protagonizada por un personaje masculino, Ignacio. No es algo generalizado, pero sí que es cierto que es común que las autoras escriban desde el punto de vista de una mujer, y viceversa. ¿Ha sido un reto para ti poner tus letras a disposición de un hombre?

M.S.: Ha sido el mayor reto, sí. Pero lo consideré necesario para que la gente no me identificara con el personaje. Un protagonista femenino ubicado en los lugares donde yo he vivido hubiera sido el sustrato perfecto de la pregunta: ¿es autobiográfico? Y no, no lo es. Es una historia totalmente inventada, Aunque como telón de fondo aparezcan escenarios, personajes y situaciones que inevitablemente surgen de vivencias propias. Ponerme en la piel de un hombre ha sido divertido. En cualquier lugar me descubría a mí misma escuchando conversaciones de hombres para tratar de asimilar el tono, las expresiones, los giros… Creo que alguno se mosqueó al percibir que estaba metiendo mis narices en sus asuntos. (¡Je!)


M.B.Vigo: Adeline, la profesora de francés y amiga de la infancia de Ignacio es el toque femenino más poderoso de la novela. ¿Qué hay detrás de esta peculiar mujer? ¿Cuáles son los entresijos de su relación con Ignacio? Porque, desde luego, es algo más que una amistad, pero tampoco podríamos decir que es un romance convencional...

M.S.: Concebí la personalidad de Adeline como el contrapunto de la de Ignacio. Una mujer segura de sí misma a la que jamás importó el qué dirán.  Fascinante pero también superficial y manipuladora. Ignacio necesitaba a alguien con ese carácter para sacarle de su letargo vital. Y también sexual… Sin embargo, son dos personalidades divergentes. Ella busca el misterio, él la tranquilidad y fundamentalmente la reconciliación emocional consigo mismo. Por eso no ha lugar un romance del tipo: “fueron felices comieron perdices”. ¡En realidad no pegan ni con cola!

M.B.Vigo: "Estricnina" es tu primera novela publicada. Su narrativa de calidad, su desarrollo tan correcto y su calidad innegable, parecen esconder a una autora con mucha experiencia y consagrada en el mundo literario. ¿Cuándo nace tu pasión por escribir? ¿Y durante cuánto tiempo estuviste trabajando en esta obra?
                                                                             
M.S.: De jovencita escribía canciones y poemas, ocasionalmente acompañados de unos acordes muy básicos con la guitarra. Después, la vida, el trabajo, la rutina, los hijos… me mantuvieron alejada de las letras durante demasiado tiempo. ¡Justo hasta que la crisis de los cuarenta me salvó! Fue entonces cuando, como una imperiosa necesidad vital, retomé esta costumbre que a día de hoy se ha convertido en un vicio.

Estricnina ha ocupado aproximadamente dos años de mi tiempo. A ratos perdidos, como ya he dicho. Más o menos un año y medio de escritura y seis meses más de pulir y retocar. ¡Si fuera por mí todavía seguiría haciéndolo! Porque reconozco que soy muy perfeccionista en cuanto al estilo. Pero al quedar finalista en el certamen Felipe Trigo decidí que era el momento de dejarla volar tal y como estaba. Con sus aciertos y sus gazapos. Y emprender nuevos proyectos


M.B.Vigo: Detrás de un escritor, suele haber un ávido lector. ¿Qué obras nos encontramos en la biblioteca personal de Merche?

M.S.: Siempre temo a esta pregunta porque me obliga a reconocer que no he leído tanto como debiera. ¡Mea culpa! Y a esforzarme en suplir a marchas forzadas este imperdonable desaguisado de mi biografía. Es cierto que en mi casa hay muchos libros. Muchísimos. Pero ni todos son míos ni he leído un porcentaje suficiente de ellos. ¿Temas? Variopintos. Me gusta ojear de todo. Desde huerto ecológico hasta poesía, pasando por biografías, arquitectura y novelas sobre todo de escritores consagrados. A día de hoy procuro leer también a escritores noveles. Sin embargo reconozco que soy muy crítica y sólo me termino un libro si realmente me engancha tanto por trama como por calidad narrativa. ¿Imperdonable? ¡Quizá, pero me quedan tantos libros imprescindibles por leer! Ensayo leo poco, y libros de autoayuda menos. Para comprender la vida y sus avatares prefiero leer a las personas y sus circunstancias.  A los lugares y sus paisajes. A los momentos y su magia. Aunque no sea políticamente correcto decirlo aquí, no todo se aprende en los libros. La vida es la mejor escuela.


M.B.Vigo: Pasar de escribir a solas e íntimamente a publicarse, es un salto importante. ¿Ha cambiado algo desde que tus letras forman parte del mercado editorial? 

M.S.: ¡Sí! ¡No se lo digas a nadie pero publicar una novela es la fórmula magistral para dejar de ser invisible! Me explico. Antes hacía lo mismo que ahora. Era una mujer-madre-esposa-enfermera que siempre llevaba un netbook bajo el brazo. Pero nadie me paraba por la calle, ni por los pasillos del hospital para felicitarme por mi trabajo. Ahora, sin embargo, quienes han leído el libro me hacen sentir como una heroína. ¡Y gente con la que me habré cruzado cien mil veces sin recibir de ellos ni un hola ni un adiós ahora me sonríe y saluda! Es curioso, porque sigo siendo la misma mujer-madre-esposa-enfermera con un netbook bajo el brazo. Pero añadir la palabra escritora a mi currículum ha sido como encender una bombilla a mi paso. Esta situación por un lado me halaga y por otro me intimida, porque siempre he preferido pasar inadvertida. La reflexión que obtengo es que la gente tiene la escritura en un lugar muy alto de su escala de valores. Y eso es bueno.


M.B.Vigo: Y, por último, para finalizar... ¿Estás trabajando en algún proyecto del que puedas hablarnos?

M.S.: Siempre tengo varios proyectos en marcha, muchos de ellos sin relación alguna con la literatura. Y a cada uno voy dedicando tiempo según me lo pide el cuerpo o el alma. Por eso no me gusta adelantar acontecimientos. ¡No sea que se me cruce otro “enredo” entre ceja y ceja y al final se vayan a pique! Sí puedo decirte que estoy escribiendo otra historia. Que por tamaño y trama bien pudiera ser una novela. Pero que sólo verá la luz cuando esté convencida de que está a la altura de mis lectores. Ellos me han dado su confianza. Un apoyo incondicional e impagable. Y no me perdonaría decepcionarles.     

M.B.Vigo: Muchísimas gracias por tu tiempo y por tu amabilidad. Esperamos volver a leerte muy pronto.