viernes, 27 de febrero de 2015

#CINE: Cincuenta sombras de de Grey, no pongas un Grey en tu vida // **1/2



Sí. He ido a verla.

Mi latido de cinéfila y crítica empedernida (no hay doble sentido) me ha impulsado a ver este film, para saber qué diablos ha engatusado a millones de personas en todo el mundo, qué es lo que ha conseguido esas colas kilométricas, qué es lo que ha conseguido batir todos los récords, qué es lo que ha conseguido detener a fans en todo el mundo al grito de 'Pon un Grey en tu vida'. Además, quería hablar del tema con propiedad de salir la ocasión, pues estaba cansada de las defensoras de Grey como si les fuera la vida en ello. Espero que todas estas personas que con tanto afán protegen su amor por el film, dediquen de cuando en vez tiempo a ver otro tipo de películas que califican como: 'coñazos pedantes' y otro tipo de descalificativos. Bien. Dicho esto, entremos en materia.

Ha sido algo diferente a lo que cabría esperar. Si bien es cierto que el guión es terriblemente cutre, sobre todo durante los primeros 50 (50 sombras) minutos y que estuve a punto de abandonar la sala por resultarme soporífero, ridículo y abochornante aquel amasijo de chistes irónicos, las observaciones que dejarían imperturbable hasta al más lerdo y el trepidante y torpe desarrollo de los acontecimientos (véase, chico conoce chica), me alegro de, finalmente, haber aguantado religiosamente en mi asiento para ver cómo terminaba el experimento.

Entre chistacos malos, una interpretación de Grey digna de mención por su mediocridad y una Anastacia (¿se escribe así?) bastante cómoda en su papel de mosquita muerta, llegamos al punto clave de la relación. Ambos empieza a intimar por fin (en realidad a lo mejor solo han pasado unos dos días, el tiempo en la película es difuso, como ocurre en los dibujos animados), y empiezan a ocurrir ya cosas jugosas. Empezamos a ver a Grey en su papel de chico consternado y a Ana picada por la curiosidad y torturada porque hay algo que no le termina de convencer.

Empieza un juego que, permitidme decir, es hábil. Había esperado otro tipo de personaje femenino, pero la he visto con fuerza, con garra y con ganas de enfrentarse y no rendirse. No, desde luego, ella no es la sumisa que Grey estaba buscando (¡Oh! Lo siento chicas). Creo que eso es cosecha propia de la directora de la película, lo cuál es de agradecer, porque si la película cede a los encantos cancerosos de la novela tendríamos que soportar más crudamente las vejaciones y humillaciones de la hermosísima joven.

No, quitando los primeros minutos, la película no es tan pestilente como yo pensaba, perdonadme. Aunque me apena ver que podría ser millones de veces mejor, si no hubiera sucumbido en las redes de querer complacer a un público amplio y no haya querido mancharse las manos demasiado, solo las puntas. Es una lástima que nadie haya enfocado mejor al personaje masculino porque es un poste divagando por cada fotograma, escupiendo un guion exasperante. Ella devora la pantalla y engatusa al espectador, sin ninguna duda. 

Tampoco es excesivamente sexual, pero deja entrever muchas cosas oscuras y difíciles de asimilar. Me cuesta creer aún a día de hoy cómo es posible que tanta masa de público se haya sentido con fuerzas de ver algo así. A mí, que me considero con la mente bastante abierta, me ha costado ver la forma en la que una mujer es atada y azotada por el mero placer de un hombre (dominante). Eso me ha hecho sentir furiosa... entonces he dicho: ¡Eh! Aguarda, me estoy metiendo en la película, estoy siendo empática con Anastacia y detesto a Grey con todo mi ser.... Tan mal no lo han hecho, ¿no?

Curioso fenómeno de masas. Una lástima que no hayan querido sacarle un partido y dotar al film de algo más de calidad, haber ahondado más en la psicología de una situación tan extraña (pero que llega a darse). Una lástima que hayan primado los intereses económicos en lugar del afán por mostrar al espectador algo diferente.

No, no es tan mala. Pero tampoco es buena. Está en un extraño punto medio inquietante. Desde luego, para bien o para mal, uno de los acontecimientos cinematográficos del año.

Y no, ni se os ocurra poner un Grey en vuestra vida. Dicen que viene con 50 sombras.


jueves, 26 de febrero de 2015

#LITERATURA: Pyongyang, la novela gráfica sobre Corea del Norte // ****1/2




Mi hermana me enseñó esta novela gráfica que acababa de coger en la biblioteca del pueblo. Casualmente, esa misma semana, había visto el documental que habían emitido en Antena 3 sobre Corea del Norte. A pesar de que la información que los periodistas pudieron mostrar era más bien escasa y censurada, sí que conocimos muchos detalles escalofriantes y atroces sobre el país más hermético del mundo. Y uno de los lugares más peligrosos que existen.

Muchos detalles sobre este país son hartamente conocidos por muchos, pues debido a la globalización (que ellos tanto critican) tal tipo de regímenes dictatoriales no pasan desapercibidos. En los últimos años, de hecho, muchos gritos de auxilio, mucha crítica social, mucha indignación colectiva, se ha volcado con los norcoreanos que sufren la vil censura de una vida sometida a un régimen aterrador, violento que parece no terminar jamás. Posiblemente, una de las dictaduras más oscuras y difíciles que han existido nunca.

Hace un par de días vi una conferencia de una muchachilla de tan solo veinticuatro años que logró huir de Corea del Norte y contaba su desgarradora historia. Tan joven, esa mujer había experimentado en sus carnes el dolor, la tortura, la muerte y mil infortunios que son difíciles de describir. La voz se le quebró en varias ocasiones, y las lágrimas afloraron en sus ojos. Cualquier espectador que haya visto ese vídeo, tendrá interiorizadas esas palabras tan crudas para siempre.

La libertad de expresión que hay fuera de Corea del Norte nos hace recibir todo tipo de críticas al régimen. Esta novela gráfica de Guy Delisle, que cuenta su estancia en el país durante un par de meses por motivos de trabajo. Con aires desenfadados, irónicos e incluso cómicos, narra su vida diaria, su rutina, mientras todo a su alrededor era calmadamente aterrador... parecía vivir en un perpetuo escenario teatral. 

Verba decir que esta novela es imprescindible para conocer más en profundidad qué es Pyongyang y qué se siente al estar ahí (dudo que sea un destino de vacaciones de muchos de nosotros). La calidad y la transgresión de la obra, también su sobresaliente valor histórico y la importancia de la información y los 'secretos' que desvelan, hace de este trabajo valiente y atrevido de Delisle el documental más importante que se ha escrito sobre este país, del que muchos prefieren obviar su existencia.




martes, 24 de febrero de 2015

#LITERATURA: El viejo y el mar, metáforas sobre la inmigración // ***



La obra más famosa de Hemingway trata sobre un muchacho, un viejo y un pez. Un muchacho dispuesto a crecer deprisa, y un viejo que trata de no resignarse a morir. Un buen día, al salir a faenar, un enorme pez se anida en su anzuelo y se produce una exagerada situación en la que el viejo es arrastrado por su presa gigantesca a través del mar. 

La novela, de lectura sencilla y amena, es en realidad un retrato crudo sobre la emigración del viejo desde Lanzarote hasta Cuba, intentando arrastrase dentro de sus escasas posibilidades (por lo que la breve novela no sería más que una metáfora, una crítica encubierta). El 'viejo' es carismático, y el lector en seguida conecta con él, lo que es agradable a la hora de la lectura.

Hemingway es considerado por algunos críticos un escritor demasiado sobrevalorado. Lo cierto es que yo solo he leído tres obras suyas: 'Fiesta', 'Las Nieves del Kilimanjaro' y la que corona esta reseña, y aunque he disfrutado de su lectura, tampoco he considerado que se trate de relatos tan extraordinario cómo cabía esperar de un premio nobel de la literatura. Tal vez es posible que su estilo tan directo, altamente dialogado y poco decorado no encaje demasiado con mis gustos personales.

De todas formas, la lectura de cualquiera de sus trabajos en muy rápida y ágil, ideal para momentos en los que se necesita leer algo con menos concentración.

Consulta aquí su ficha en librofilia.



lunes, 23 de febrero de 2015

#LITERATURA: Cinco horas con Mario, el monólogo de una viuda // ***


Ya había leído a Delibes hace unos años. Su famosa y aclamada obra 'Los Santos inocentes', adaptada al cine, forma parte de la cultura popular de nuestro país. Lo cierto es que no conseguí simpatizar demasiado con esta obra, aunque me gustó haber podido conocer más sobre sus personajes que son, cuánto menos, emblemáticos. 

Una compañera me dejó una edición de 'Cinco horas con Mario' antigua y hermosa, lo que me animó a darle una segunda oportunidad al escritor. Lo cierto es que esta novela me gustó muchísimo más que la anterior, tal vez porque logré sentirme más cerca del estilo narrativo empleado aquí, el viaje interior de Carmen (un complejo entramado de sentimientos, recuerdos, reproches...) y un reflejo fiel de varios matices de la sociedad de aquel entonces. Esto último es muy interesante, sobre todo visto desde la visión de una mujer que habla con franqueza (teniendo en cuenta que le habla al ataúd de su marido) y sin tapujos: critica las ideologías políticas de su marido, hace referencias constantes a la religión. a la vida en el pueblo, las apariencias, la necesidad, el reflejo de una población sin inquietudes ni estudios.

La literatura imita la lengua oral, tal y como ocurre en 'Los Santos inocentes'. Y dado que el narrador es, durante la mayor parte de la novela, Carmen, esta lengua es simple, a veces torpe y poco condecorada. Su lectura es, por lo tanto, amena en este sentido, aunque podría resultar tediosa por la repetición y la poca pausa que otorga la forma en la que se narra.

Creo que es una obra literaria que cualquiera debería leer. La originalidad del modo y la sinceridad que se refleja, sin miedo, en sus palabras, hacen de este libro un clásico imprescindible de nuestra literatura.

domingo, 22 de febrero de 2015

#CINE: Big Hero 6, enternecedor nuevo hérore de Disney&Marvel // ***


La diferente apuesta de Disney para las Navidades del pasado año 2014, y fruto de la absorción de Marvel (que brilla completamente en el film) viene de la mano de un adorable y enternecedor robot blandito que robará los corazones y las risas de todo aquel que se deleite en la película. Si "Rompe Ralph" ya fue poderosamente aclamada, "Big Hero 6" no se ha quedado indiferente a nadie.

Aclamada por la crítica y aplaudida por los espectadores, más jóvenes y más adultos, podría definirse cómo una acertada apuesta cinematográfica que muestra una forma diferente (¡Por fin!) de hacer cine de animación, rompiendo (un poco) con las reglas soporíferas y preestablecidas por los soporíferos guiones melodramáticos que debíamos de soportar casi con toda seguridad en el repertorio Disney.

Si bien es cierto que no deja atrás los tópicos que por excelencia lo definen, introduce fórmulas nuevas que dan frescura y originalidad a sus personajes. Un estilo más desenfadado, menos formal, y más atrevido, hacen de esta película un inolvidable divertido y entretenido, que no aburrirá, y difícilmente decepcionará, tanto a los amantes del cine infantil como a los fans incondicionales de Marvel.

Consulta aquí su ficha en filmaffinity

#LITERATURA: Clávame las uñas en el corazón, o los doloridos latidos // ****


"Clávame las uñas en el corazón" ya de por sí es un título llamativo, fuerte y original. Por un lado, expresa una orden imperiosa, directa, en primera persona, cercana al lector y al emisor. Es un mensaje claro, potente, dramático, triste y arduo. Es como un grito desgarrador y anhelante. Inmediatamente nos preguntamos: ¿Por qué pedir que alguien le clave las uñas en el corazón?

Joana Arteaga debuta con esta obra que, desde el principio, se define por un complejo y atractivo desarrollo temporal. Rompiendo con los moldes preestablecidos de la moda, que marcan un ritmo ágil, lineal y simple, apuesta por un formato de novela nuevo, vital para el desarrollo de la vida marcada por el drama de cuatro mujeres. Se nos presenta a estas cuatro protagonistas en un momento clave de su existencia, de forma concreta, de forma cruda, exaltando hasta la saciedad la triste melancolía de su dolor... con suma brillantez, elegancia y talento. A partir de entonces, el hilo argumental da pasos hacia atrás, mostrándonos versiones anteriores de estas mismas mujeres, desvelándonos, poco a poco, por qué, cuándo y cómo llegaron a tal situación.

Esta forma narrativa (que tal vez me recuerde un tanto a 'Crónica de una muerte anunciada') ha sido muy poco explotada a lo largo de la literatura, por lo tanto la publicación de una novela con tales características es, ya de por sí, digno de destacar. Sin embargo, podemos subrayar, además, que la literatura de Joana Arteaga es también novedosa: la supremacía del monólogo interior, la práctica ausencia de escenas dialogadas, el complejo desnudo progresivo del alma y sentimientos de estas mujeres, la explotación de la profundidad femenina (y, por consiguiente, del ser humano) hacen que la escritora pueda mostrar, con abrumante facilidad, unas dotes narrativas que no son sencillas de encontrar.

Lo he señalado varias veces a lo largo de críticas en este blog... Es muy complicado encontrar novelas destacables en el caos de Amazon. Pero merece la pena para topar con joyas como ésta, que te clavan las uñas en el corazón, con tal fuerza, que hasta son capaces de detenerlo de hiriente dolor. Y hermosura.

Muy recomendable para todos aquellos lectores que anhelen leer algo nuevo, íntimo y diferente. Muy recomendable para todos los amantes de las letras.





martes, 17 de febrero de 2015

#CINE: La isla mínima, calidad remarcable pero guión bajo mínimos // **1/2






La gran galardonada en los premios Goya, una de las grandes apuestas del cine español del año, con una puesta en escena espectacular, una imagen de una calidad digna de las superproducciones y una ambientanción atractiva y acertada (allá por los años 80, poco después de finalizar la dictadura). Dos polis, el malo y el bueno, la Guardia Civil incompetente, un pueblo reacio y poco colaborador, varios sospechosos en el horizonte y dos chicas desaparecidas en circunstancias misteriosas. Los amantes del cine policíaco-negro se fortan las manos y se relamen, porque el film promete y, además, es español. Una gran oportunidad para Alberto Rodriguez.

Pero transcurren los minutos y la trama avanza de manera torpe, los sucesos no se hilbranan correctamente, el guión chirría demasiado y los protagonistas no son más que tablas rasas sin profundidad ni papel personalizado. No hablo de sentimentalismos, si no de, simplemente, algo que nos haga creernos su identidad, que otorge versosilmilitud. Raúl Arévalo manteniene la misma expresión en cada escena, pero tampoco el talento de Javier Gutiérrez puede lucirse en un guión tan pobre, simple y predecible. Una verdadera lástima.

Los personajes secuandarios parecen maquetas dobladas. No transmiten nada, y son tan tópicos que resulta bochornoso. 

Podríamos definirlo tal y como hice con 'Interstellar': tiene los mejores ingredientes y los mejores cocineros, pero carece de talento para saber cocinarlos de manera adecuada. Tal vez, por eso, a mi gusto personal, el fracaso es más estrepitoso que en otros films.

El apoteósico final me ha parecido de risa. Incluso da la impresión que la trama avanza a tumbos, como si ni el propio director supiera por dónde quería tirar, y vomitó lo primero que le venía a la mente. A pesar de que me encantaba la estética, los plantos alejados (tipo Breaking Bad) y el contraste de colores, todo lo demás era tan débil que me he sentido incapaz de disfrutar de esta apuesta de mi amado cine español.

Aún así, diré sin temor a equivocarme, que 'La isla mínima' es muy superior a muchos de los films de la misma temática de Hollywood ha estrenado en los últimos años. 

jueves, 12 de febrero de 2015

#LITERATURA: Corazón, el ingeniero que quería cabalgar // ****



Hace un tiempo, por la recomendación de una de sus alumnas, adquirí en Amazon, "Mente", una turbia novela firmada por un tal Fernando Maremar, que exhibía en su portada, una mezcla de colores gris y violeta, una silla de ruedas a la intemperie. Cuánto menos curioso, ¿eh? Cuánto menos tentador. Como ya señalé en su reseña, es casi una fortuna dar con algo de calidad en el Océano de oportunidades que se ha convertido la autopublicación libre. Y sin embargo, con "Mente" conocí, descubrí, me deleité, de una nueva forma de hacer literatura. Una literatura profunda, personal, que ahondaba en el lector, intentando sacar más de él, de su mente, de sí mismo, luciendo una historia original, insólita, completamente nueva. Algo que, a día de hoy, parece imposible. A día de hoy que, tristemente, parece que las letras ya no pueden refrescarnos.

Cuando supe que Fernando Maremar acababa de publicar en formato digital otra novela, no tardé apenas en comprar mi ejemplar y abandonar (por un tiempo) la lectura de "El ruido y la furia", pues difícilmente podía esperar a morder sus páginas (digitales) y descubrir en qué podía sorprenderme de nuevo. Y sí, realmente, lo hizo. "Corazón" me acercó de nuevo a un Mundo Nuevo para mí, de una temática alejada del todo de mis gustos personales.

El argumento nos transporta a un lugar diferente a la cárcel de hormigón en la que se encontraba nuestra adorada Udelia. Segunda mitad del s.XIX, en plena lucha contra los nativos, demonizados por la sociedad "civilizada", el señor Wilson debe enfrentarse a un ambicioso proyecto de la construcción de un complejo puente para el paso de las vías, ignorando el daño que puede causar a los indios de lugar. 

Un ingeniero, trágicamente viudo, saca adelante a su hijo pequeño. Un ingeniero que se refugia en los planos de las vías de un tren que devora el mundo que no le pertenece, un ingeniero que lucha contra una Naturaleza que tiene vida propia, un ingeniero que lucha contra el vacío, que ignora las latidos de su corazón. Y el hijo de este ingeniero, que desde niño, disfruta abrazándose a los árboles, uniendo su corazón al corazón de esa Naturaleza que el Hombre blanco pretende poseer como si tuviera tal derecho. 

En esta novela, Maremar quiere ir más allá de la mente del señor Wilson. No, él quiere llegar a su corazón, como también ha llegado al de cualquier lector que quiera sumergirse en esta exótica y trepidante historia acerca de la violencia, de la tolerancia, de la fuerza de los árboles que crecen libremente, de las luchas personales, del amor hacia un hijo, del odio hacia una raza, del odio hacia un mundo, de aprender a amar lo que se odia, y de cómo hacer latir de nuevo un corazón herido.

Sencillamente, magistral, de nuevo.


martes, 10 de febrero de 2015

#CINE: Into the woods, un torpe musical transgresor // **




Disney apuesta por un arriesgado musical (de dudosa naturaleza familiar) luciendo un reparto de lujo. Con esta premisa, un halo oscuro y desbordando lo que parece ser un gran proyecto, un tráiler melodioso e hipnotizante llena las salas de cine prediciendo lo que, tal vez, iba a ser un estreno de éxito.

No fue así. A pesar de éxito de Frozen (el último gran éxito, con un importante peso de la musicalidad) la bruja de Merly Streep no consiguió ni engatusar del todo a los niños ni a los mayores. Lo cierto es que no me resulta del todo difícil de asimilar: el filme es terriblemente largo, caótico y, a mi parecer, ha arriesgado demasiado y el resultado es chirriante, torpe y un tanto vergonzoso.

Vale. Siempre que entras a ver un film de la famosa compañía cinematográfica sabes que va a haber tópicos, que el guión va a estar hiperendulzado, que no se va a salir de unos esquemas preestablecidos, que poco o difícilmente podrá impresionar al espectador más exigente (incluso al más complaciente). Pero a mí, lo que me ha ocurrido con “Into the Wood” fue diferente a eso. Digamos que me vi un poco superada. La película pretendía innovar y ser transgresora, lo cierto es que había guiños irreverentes y canallas que consiguieron arrancarme alguna risa. Algunas de las canciones conseguían llenar de magia la pantalla, pero desaparecía a los pocos segundos cuando se volvían pesadas y densas, con una letra poco ágil (y menos mal que las dejaron en V.O). También cabe destacar que Disney huye del tópico princesa en apuros y nos muestra a unas mujeres que rompen esquemas, se enfrentan a los hombres y sobre las que recae el peso de la historia (o la mayor parte). Supongo que sería incluso aplaudible, después del soporífero machismo que debemos de soportar los fanáticos del cine.

Pretendía ser original, innovar, mostrar algo diferente. Pero está llena de carencias, de vacíos en el guión, roza lo absurdo, es poco hábil y avanza con torpedad. A ratos pasa todo muy deprisa, a ratos se detiene aletargadamente. A partir de la segunda hora me ha resultado insufrible.

Me encantan los musicales, pero esto no me ha llegado a entusiasmar. Pero ver a Merly Streep siempre es un deleite. Qué mujer.


viernes, 6 de febrero de 2015

#LITERATURA: Fiesta, americanos en las fiestas de San Fermín // ***






Había esperado del bueno de Hemingway otro tipo de novela. Lo cierto es que, a pesar de su narrativa impoluta, profudamente hipnótica y el carmisma-no-carisma de sus personajes, no me ha entusiasmado demasiado esta obra del renombrado y aclamado escritor. Pero tal vez se deba a que no siento gran simpatía por estas populares fiestas españolas que se llevan a cabo de Navarra, Pamplona.

Allí mismo nos trasladamos con los protagonistas de Fiesta, después de describirnos algunas noches turbias en París y presentarnos a Jake y a sus variopintos amigos, y enredos, desenredos, amorosos (Robert, Bill, Mike y Bett). Después, pasamos unos deleitables días de pesca en algún lugar recóndito cerca de San Sebastián, y finalmente llegamos a Pamplona, los días previos de la fiesta de San Fermin. Es aquí donde se desarrolla el núcleo de la historia que aquí Hemingway nos regala con su destreza habitual y su arte literario. 

Valiéndose de diálogos, un tanto caóticos, que avanzan de manera vertiginosa, y con unos personajes ebrios la mayor parte de la narración, nos acercamos a una psicología compleja y difícil de entender (posiblemente hay acciones que no tengan mucha más justificación que unas copas de más), en la que se produce un hexágono amoroso de difícil resolución. Además de esto, se nos allega a la cultura 'Sanfermiñesca' que se vive en la ciudad, y que cualquier turista que haya estado por Pamplona en esas fechas reconocerá a la perfección. Incluso se vale de un hotel real (El Hotel Montoya) donde se alojan las voces reales de este curioso (y tormentoso) relato.

Tal vez sea porque me gusta más la narrativa que los diálogos por lo que no he terminado de disfrutar del todo de esta novela, aunque me ha gustado que se haya desarrollado en mi país, me producía cierta melancolía nostálgica al rememorar los lugares allí descritos. Es curioso ver lo sorprendidos que se quedaban nuestros americanos con estas costumbres tan castizas.



lunes, 2 de febrero de 2015

#LITERATURA: La campana de cristal, o el infierno de la mente // *****






Nota: Esta crítica puede desvelar parcialmente el argumento de la obra. 

Los entresijos que se pueden esconder tras los sentimientos que viven en nuestra mente latente e incansable son tan profundos, tan extensos, que es prácticamente imposible llevar un control de los mismos. De ahí nacen millones de millones de personalidades, de ahí nacen millones y millones de maneras conocer el dolor, de llegar a acariciar el infierno.

La campana de cristal es un grito al dolor interior de una mente mustia y quebrada, que poco a poco se va evaporando en la corriente de un mundo que a Esther Greenwood se le antojó, sencillamente imposible. Y digo sencillamente porque sucedió (sucede) así exactamente. Un un instante todo se rompe, y algo que funcionaba más o menos a la perfección empieza a chirría, a flojear y se precipita fuera del camino de la normalidad. Entonces deja de tener fuerza, y su comportamiento se sale de lo común. Y todo esto se une a una desesperanza atroz, a un dolor más agudo que el frío y a la incomprensión del alrededor. Después de haber disfrutado de una beca estudiantil durante un mes en Nueva York, lugar en el que se deja envolver por una vorágine de sucesos en los que nunca se nota del todo cómoda. Las crisis nerviosas empiezan a aflorar levemente, dejando entrever al lector sentimientos agónicos y fríos, que entristecen y provocan un desasosiego en el que cualquiera que haya sufrido una enfermedad semejante identificará en seguida. Es, realmente, escalofriante.

Posteriormente, la novela abandona la ciudad de Nueva York y Esther se refugia en su casa natal, en una rutina que la desploma por completo. El reflejo de su decadencia es tan realista y tan tangible que, en ocasiones, resulta insoportable y rabioso proseguir con su lectura. Las páginas avanzan con agonía y desesperanza, plagadas de desmotivación, de gritos de auxilio, de puñetazos de verdad. Esther (Sylvia) nada hacia su destrucción, con una calma serena y malvada.

Finalmente, se produce el confinamiento en un manicomio, reflejando los terribles métodos con los que se trataba a los enfermos mentales en los años 50. Una parte que se enfría, se provoca el práctico distanciamiento de la protagonista con la realidad, cómo si todo lo demás se encontrase desenfocado, lejano, sin importancia. Es tan visual que se llega a una parte de hiperrealismo espectacular.

Además de la evidente calidad que desprende la literatura de la autora, todo cobra mayor dramatismo al conocer que se trata de una novela semi-autobiográfica (lo conocido cómo novela en clave), y que Sylvia Plath se quitó la vida un mes después de su publicación.